La erótica del conocimiento

Hay una sensualidad en el libro como objeto. Desde niña te gusta abrir un libro nuevo, oler la tinta de sus páginas. Cada libro, además, tiene su olor propio, ninguno huele igual a otro, como la piel viva, transmite sensaciones. Los libros nuevos, su olor, te retrotraen a la infancia, al otoño de comienzo de curso. Un libro cerrado es siempre víspera de conocimiento, de emociones intensas. Abrirlos es poner los brazos, las piernas, en cruz, el ser presto para el abrazo y la entrega.

domingo, 26 de abril de 2009

Travesuras de la niña mala

Al fin, entre tanto ensayo y estudio, una novela, y qué novela, magnífica como corresponde a un autor como Vargas Llosa con una calidad literaria fuera de toda duda. Una historia de amor poco convencional, poco convencional al menos en la forma, aunque yo diría que muy habitual en cuanto a relación simbiótica en la que hay un amante sumiso y un amado -en este caso amada- díscolo, cuando no abiertamente desdeñoso. La historia sentimental sirve al autor para hacernos acompañarlo en una ruta de la memoria reciente por ciudades en un momento cultural efervescente como es el París de los sesenta, el Londres de los setenta y el Madrid de los ochenta.
En torno a los personajes principales van tomando vida tipos entrañables y abominables, entre los primeros el campechano Salomón Toledano o el carismático Arquímedes con su enigmática virtud para pactar con el océano la ubicación de un rompeolas, entre los segundos el perverso yakuza japonés.
Divierte, emociona, absorbe y todo ello por el precio de una entrada de cine, y el placer de la lectura se prolonga durante más tiempo que el que requiere el visionado de una película. También lo podemos encontrar gratis en las bibliotecas públicas, quien no lee es porque no se ha puesto a ello, todo es empezar.

Travesuras de la niña mala,
Mario Vargas Llosa,
Editorial Punto de Lectura,
Madrid, 2009


4 comentarios:

  1. Hola Concha, me alegra ver un nuevo comentarista. Serás bienvenida a mi página, claro. Esta obra de Vargas LLosa es la menor de las que tiene, un bastante pobre para su habitual buen hacer. Un saludo de Bienvenida al mundo blog.

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  2. Hola!
    Me gusta mucho esta obra. Y claro, me gusta también verla bien tratada y animando a leerla.
    Soy nuevo en tu casa, pero volveré. Felicidades por el blog.
    Un saludo!

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  3. Hola, lectora voraz. Yo también fui niña mala con Vargas Llosa. Una aventura “Tremenda”… como lo fue pasear por los Andes con Lituma, conocer a Pantaleón Pantoja o Palomino Molero, y soñar en los brazos de Don Rigoberto. Hay autores que nunca fallan… son citas fantásticas, no importa donde te lleven, ni cuando, ni como, solo importa que te llamen a ti. Saludos

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  4. Gracias a Vargas Llosa me pude enterar que las chilenas son la suecas de Latinoamérica. Curioso e inesperado.

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