La erótica del conocimiento

Hay una sensualidad en el libro como objeto. Desde niña te gusta abrir un libro nuevo, oler la tinta de sus páginas. Cada libro, además, tiene su olor propio, ninguno huele igual a otro, como la piel viva, transmite sensaciones. Los libros nuevos, su olor, te retrotraen a la infancia, al otoño de comienzo de curso. Un libro cerrado es siempre víspera de conocimiento, de emociones intensas. Abrirlos es poner los brazos, las piernas, en cruz, el ser presto para el abrazo y la entrega.

sábado, 16 de mayo de 2009

El amor: o lo que sea


Recorrido por un sentimiento esencial y evolutivo. Si alguien se tropieza con este libro le aconsejo que salga corriendo en dirección contraria de donde éste se sitúe no vaya a ser que se contagie de la chapucería que lo recorre. Aunque confieso que sólo he podido resistir leer una tercera parte de sus páginas, plagadas de errores sintácticos, ortográficos, de maquetación, en fin, no encuentro palabras para definir tamaño despropósito, por no mencionar los versos absolutamente ripiosos y tópicos que el autor "perpetra" en alguna página aislada, entre otras que pretenden ser un ensayo sobre el amor pero que sólo alcanzan a aburrir al lector con unas expresiones pobres que no expresan más que torpes lugares comunes. Me pregunto si el autor no haría bien dedicando su tiempo libre a aficiones menos lesivas para los lectores, tales como el macramé, la papiroflexia, o cualquier otro noble entretenimiento. En fin, escribir o lo que sea.
El amor: o lo que sea
Recorrido por un sentimiento esencial y evolutivo
Manuel S. Pérez-Seoane
Editorial Vision Net
Madrid, 2004

viernes, 15 de mayo de 2009

Yo y tú, objetos de lujo


El personismo: la primera revolución cultural del siglo XXI. En este ensayo, el autor distingue entre tres etapas del capitalismo, a la primera, el capitalismo de producción, le sucedería el capitalismo de consumo, que se originó a mediados del siglo XX y que está dando lugar en nuestros días a un incipiente capitalismo de ficción. Una etapa caracterizada por el auge de las pantallas frente al culto a los libros que caracterizó a los jóvenes de mediados de siglo. Las nuevas tecnologías aplicadas a los mass media, ha dado lugar no sólo a un tipo de publicidad que ya no pretende resaltar las cualidades del producto que desea vender sino que recrea un mundo de sensaciones en el que envuelve al sujeto y le hace ver deseable el objeto en una interacción tal que sujeto y objeto son indistinguibles, y esta indistinción lleva al autor a acuñar el neologismo "sobjeto". La marca, más que el objeto en sí, supone un rasgo de identidad de quienes la ostentan. "Consumir ha llegado a ser hoy no solamente la manera de responder a una neurosis sino un lenguaje para darse a conocer, autoconocerse, conectarse, mantener conversaciones, comparaciones, aglomeraciones, identidad. En un mundo donde los medios de comunicación son omnipresentes, desbordantes y propicios, el anonimato se lleva mal y los vecinos buscan ser reconocidos por otros para verse existir"
En esta nueva sociedad constituida por redes interconectadas el individualismo ha dejado de tener sentido, surge en su lugar el personismo, que pretende recuperar la imagen de lo personal, lo humano, en la sociedad. Los lazos que nos unen a los otros son menos fuertes que en el pasado, pero gracias a las redes podemos establecer contacto con un número mucho mayor de personas, y, también, convocar un número potencialmente muy alto de personas en la lucha por una reivindicación en concreto, son paradigmáticas las concurridas manifestaciones contra la guerra de Irak o las que un hecho consternador como un atentado terrorista son capaces de congregar y que no resultan ser uniones permanentes con objetivos más allá del que expresan en ese momento por esa cuestión, que se disuelven una vez dejado constancia de la protesta hasta que otra circunstancia vuelva a requerir una reivindicación multitudinaria. El desvanecimiento de las ideologías ha dado paso generalizado a un altermundismo, las críticas al Fondo Monetario Internacional, las campañas para erradicar el hambre en el mundo, las acciones combinadas de las ongs, son las señas de identidad de un personismo que interacciona en un mundo complejo y cambiante y que se vuelve a su vez complejo y cambiante.

Yo y tú, objetos de lujo
El personismo: la primera revolución cultural del siglo XXI
Vicente Verdú,
Debate,
Barcelona, 2005

viernes, 8 de mayo de 2009

Un mundo desbocado


Los efectos de la globalización en nuestras vidas. La sola mención de la palabra "globalización" genera un controvertido debate. Lejos de alinearse con los que auguran que traerá consigo un desastre sin paliativos, Giddens -el sociólogo que ha acuñado el concepto de "tercera vía" hacia una nueva socialdemocracia- la considera imparable y aunque reconoce que no está evolucionando de forma equitativa en todos los países (es innegable que los países subdesarrollados están sufriendo sus consecuencias más negativas) no considera el fenómeno como algo en términos exclusivamente económicos. Aunque el librecambismo y el mercado sin regulaciones está imperando -y, ahora, años después de la publicación de este libro, estamos sufriendo sus consecuencias- tiene sin duda otros aspectos, el político, el tecnológico y el cultural, en los que el autor se centra.
La globalización nos está conduciendo hacia una nueva concepción del riesgo, si el capitalismo calculó el riesgo en término de pérdidas y ganancias, desde el comienzo de la industrialización, ahora, el riesgo que impone el calentamiento global y los daños impredecibles para el medioambiente originan un nuevo tipo de riesgo que Giddens denomina "riesgo manufacturado". Pero no sólo la naturaleza y nuestra relación con ella se ve afectada por el nuevo proceso en marcha, se ha producido además un resurgimiento de los fundamentalismos (de todo signo, no sólo religiosos, sino étnicos, nacionalistas, etc.)que, para contestar la globalización, hacen una
refundación de la tradición y la proclaman valor incuestionable y he aquí un peligro emergente pues no desdeñan el uso de la violencia y es enemigo de los valores cosmopolitas, de la libertad de pensamiento, de la democracia. Pero también la democracia, tal como la entendemos desde mediados de siglo XX se está expandiendo de una forma antes impensable, no obstante, no consigue consolidarse en aquellos países con déficits estructurales por lo que la lucha por promocionarla a todos los niveles es también una lucha por la justicia y la equidad.
La consolidación de la democracia en política ha dado lugar a unas relaciones afectivas que pretenden establecer unas relaciones emocionales igualitarias, donde hablar, dialogar, se considera la base para que las relaciones de familia, pareja, parentales o de amistad funcionen.
El ensayo es ambicioso en planteamientos aunque breve en exposición, en menos de cien páginas se traza un esbozo de todos ellos, un esbozo muy sugerente, que alienta a seguir ahondando en conocimientos sobre la materia.

Un mundo desbocado
Los efectos de la globalización en nuestras vidas
Anthony Giddens
Taurus
Madrid, 2002

miércoles, 6 de mayo de 2009

Y VENDRÁN...

Estamos ante una lúcida reflexión, que aborda el tema de los movimientos migratorios en todas sus facetas. Nos habla de la hipocresía con que es tratado desde la perspectiva de los países receptores, que no ven en el inmigrante clandestino más que mano de obra barata, una mercancía para incorporar al modelo liberal de producción. Nos da cuenta de la inutilidad del cierre de fronteras, que no hace más que favorecer a las mafias de tráfico humano. Sin que este pretendido hermetismo del primer mundo, de todo punto irreal, contenga a los flujos migratorios, cada vez más pujantes desde un Sur que agoniza, víctima no sólo del subdesarrollo sino de las guerras, de las epidemias, de un destino sin salidas.
Pone ante nuestros ojos, una realidad que nos avergonzaría reconocer, por eso preferimos mirar hacia otro lado: los campos de acogida en los países fronterizos con el mundo desarrollado, cuando no en los mismos países que presumen de respeto a los derechos humanos. A menudo estos campos de acogida no son más que una nueva versión de los campos de concentración que en el primer mundo sólo sabemos relacionar con periodos excepcionales de la historia. Sin embargo son una realidad, en ellos se retienen a los migrantes indocumentados en unas condiciones infrahumanas, por tiempo indefinido. Aún en los casos en que estos migrantes no son más que refugiados en demanda de asilo.
Pero ningún tipo de represión contendrá estos flujos migratorios, las políticas de cierre de fronteras acaban alentando al inmigrante a asentarse definitivamente en el país de acogida, toda vez que éstos -con sus políticas erráticas de pretendida integración- favorecen el reagrupamiento familiar e impiden que el inmigrado mantenga contacto dinámico con su país de origen.
Dado que la inmigración no cesará, organicemos, nos propone el autor, la movilidad. Las propuestas que este libro nos hace son valientes, de responsabilidad ante un problema acuciante en el mundo actual. "La mejor manera de actuar sobre sus causas es la prevención de las crisis y de los conflictos. Todo el mundo sabe que la única respuesta auténtica y estable es el desarrollo, la democratización política y social de las poblaciones en sus países de origen...Hay soluciones pero falta la voluntad de ponerlas en práctica"
Las alternativas que nos propone Naïr -un reconocido experto internacional en la materia- están basadas en el respeto a la dignidad humana para con estos nuevos parias de la Tierra.
Este libro resulta conmovedor por la forma en que no deja ningún cabo suelto en la descripción del problema, un problema global que atañe a todos pero cuya resolución recae fundamentalmente en las sociedades que gozan de un nivel económico de primer orden, como la nuestra.
De lectura obligada para todos, se debería difundir a todos los niveles, escuelas, institutos, centros cívicos, porque los ciudadanos de los países de acogida a menudo nos limitamos a lo que la televisión fugazmente nos muestra, cuando lo hace, de una forma que pone el acento en el impacto mediático pero que rara vez alienta la reflexión.
Y VENDRÁN...
Las migraciones en tiempos hostiles,
Sami Naïr,
Bronce,
Barcelona, 2006