Al fin, entre tanto ensayo y estudio, una novela, y qué novela, magnífica como corresponde a un autor como Vargas Llosa con una calidad literaria fuera de toda duda. Una historia de amor poco convencional, poco convencional al menos en la forma, aunque yo diría que muy habitual en cuanto a relación simbiótica en la que hay un amante sumiso y un amado -en este caso amada- díscolo, cuando no abiertamente desdeñoso. La historia sentimental sirve al autor para hacernos acompañarlo en una ruta de la memoria reciente por ciudades en un momento cultural efervescente como es el París de los sesenta, el Londres de los setenta y el Madrid de los ochenta.
En torno a los personajes principales van tomando vida tipos entrañables y abominables, entre los primeros el campechano Salomón Toledano o el carismático Arquímedes con su enigmática virtud para pactar con el océano la ubicación de un rompeolas, entre los segundos el perverso yakuza japonés.
Divierte, emociona, absorbe y todo ello por el precio de una entrada de cine, y el placer de la lectura se prolonga durante más tiempo que el que requiere el visionado de una película. También lo podemos encontrar gratis en las bibliotecas públicas, quien no lee es porque no se ha puesto a ello, todo es empezar.
Travesuras de la niña mala,
Mario Vargas Llosa,
Editorial Punto de Lectura,
Madrid, 2009
Hola Concha, me alegra ver un nuevo comentarista. Serás bienvenida a mi página, claro. Esta obra de Vargas LLosa es la menor de las que tiene, un bastante pobre para su habitual buen hacer. Un saludo de Bienvenida al mundo blog.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarMe gusta mucho esta obra. Y claro, me gusta también verla bien tratada y animando a leerla.
Soy nuevo en tu casa, pero volveré. Felicidades por el blog.
Un saludo!
Hola, lectora voraz. Yo también fui niña mala con Vargas Llosa. Una aventura “Tremenda”… como lo fue pasear por los Andes con Lituma, conocer a Pantaleón Pantoja o Palomino Molero, y soñar en los brazos de Don Rigoberto. Hay autores que nunca fallan… son citas fantásticas, no importa donde te lleven, ni cuando, ni como, solo importa que te llamen a ti. Saludos
ResponderEliminarGracias a Vargas Llosa me pude enterar que las chilenas son la suecas de Latinoamérica. Curioso e inesperado.
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